Si nos remontásemos varios años atrás y dijéramos que en el 2016 la tecnología sería una enorme columna que ayuda a nuestra economía, a la sociedad y a la comunicación entre países, entre otros puntos importantes, seguramente nadie nos creería. Como hemos comentado varias veces en otros artículos, la traducción va ligada a la evolución de la historia y de las culturas y, como es de esperar, si la tecnología avanza junto a ellas, nosotros nos dejaremos llevar por su onda expansiva.
Por lo general, cuando a una persona ajena al mundo de la traducción le preguntan sobre el tema, no sería de extrañar que lo primero que pensara fuese “Google translate”. Sí, una vez más hemos sido invisibles, pero, en cierto modo, esa persona sabría relacionar una parte actual de nuestro entorno con el tema que trataremos aquí.
Este, como otros tantos programas, consiste en un programa llamado “Traducción Automática”. Su función principal es realizar de forma simultánea y rápida traducciones que el usuario va introduciendo en una parte destinada para la escritura. Así conseguimos una traducción rápida pero, ¿es eficaz? Desafortunadamente, estos programas son capaces de detectar el idioma en el que se está escribiendo y de reconocer artículos, palabras, sintagmas, oraciones completas…, pero, sin embargo, no son capaces de captar el sentido completo del texto ni su contexto cultural.
Pero no todo son contras dentro de la Traducción Automática. Puesto que este tipo de programas suelen trabajar con una memoria de textos traducidos internos, los textos de temática técnica son los que más fruto pueden obtener de ella. Pero, una vez más, la traducción es un proceso humano y, por muchas ventajas que podamos encontrar de mano de estos grandes programas, realizar una revisión por parte del traductor llevará a la eficacia más adecuada.
En la esquina contraria de nuestro cuadrilátero de programas de traducción encontramos las herramientas llamadas TAO, es decir, Traducción Asistida por Ordenador. Pese a que muchas personas tienden a confundirlas con las herramientas automáticas, a diferencia de estas los programas de traducción asistida no realizan ninguna traducción, sino que ayudan a que el trabajo del traductor sea más rápido con cargas de trabajo importantes.
Este tipo de programas ayudan al profesional de la traducción a gestionar de forma más cómoda la terminología mediante el uso de memorias de traducción (conjunto o grupo de textos en los que el traductor ha trabajado ya anteriormente) bien propias o que ya han sido creadas. Una vez que el traductor se encuentra en plena traducción, las herramientas TAO ayudan a localizar aquellos fragmentos o palabras en esas memorias que tienen un porcentaje importante de coincidencia con el texto en el que está trabajando. Así, el traductor irá seleccionando y perfeccionando cada fragmento en función de su necesidad.
Pese a que la fiabilidad de este tipo de programas es más elevada que los anteriores, no podemos dejar de lado en ningún momento al traductor. Él será el encargado (o la empresa para la que trabaja) de actualizar y tener al día la memoria de traducción con la que trabaja la herramienta TAO, para poder, así, obtener la traducción que su cliente merece.
Los servicios de traducción de CBLingua pueden ayudarle a realizar cualquier tipo de traducción, ya sea realizándola completamente por un traductor humano como con un trabajo que pase por un programa de traducción. Nuestros profesionales cuentan con la experiencia y conocimientos necesarios para desarrollar una traducción de calidad y están muy familiarizados con estos avances tecnológicos en traducción.