¿Por qué es importante que los traductores estemos especializados?
Hay mucha gente que considera que un traductor es una persona que conoce dos idiomas. Que puede leer un texto, comprender su significado y trasladarlo a otra lengua. Efectivamente, los traductores tenemos que saber hacer todas esas cosas. Y doscientas cincuenta más.
Es muy importante que el traductor conozca la materia que se está tratando. En primer lugar, por razones de eficiencia. Conocer un tema y conocer las lenguas de partida y de destino agiliza muchísimo el proceso de traducción. En segundo lugar por razones de estilo. El texto traducido va a resultar mucho más natural si su redactor entiende lo que está plasmando. E igualmente por razones de aseguramiento de la calidad. Porque en muchas ocasiones, un texto contiene mucho más que palabras. Porque detrás de esas palabras puede haber segundos sentidos o ideas que deben sobreentenderse para comprender su sentido.
Seamos francos. Todos sabemos lo que es traducir un texto relativo a una materia que nos es completamente ajena. Ya sean ejercicios en la Facultad, una carta de un amigo o los primeros textos de nuestra especialidad. Porque ninguno hemos nacido siendo expertos en una materia y alguna vez ha sido nuestra primera vez en nuestra especialidad.
Ojo, el hecho de que el traductor no sea experto en la materia no significa que no pueda hacer un buen trabajo. Significa que va a tardar más y que está corriendo más riesgos. Pero no tiene por qué ser necesariamente un mal trabajo.
¿¿¿¿Ecosistemas forestales????
Me voy a poner de ejemplo para no herir los sentimientos de nadie. Si yo tuviera que traducir un texto sobre los ecosistemas forestales y la gestión de sus productos derivados lo iba a pasar regular, la verdad. Yo, que a pesar de los esfuerzos de mi madre difícilmente distingo un cultivo de otro. Puedo buscar un término y encontrar varios equivalentes en español, pero me va a costar muchísimo saber a ciencia cierta cuál es el más oportuno para la traducción que tengo entre manos.
Como supongo que a un traductor médico le chocará menos que a mí leer que alguien ha interpuesto una denuncia en el ámbito civil.
También hay que resaltar que ser conocedor de una materia no evitará que cometamos fallos. De eso ninguno estamos libres. Pero si a mí me dan un texto jurídico y encuentro un término que desconozco, lo normal debería ser que entre las distintas opciones que me da el diccionario, glosario o herramienta que está utilizando, detecte rápidamente –por contexto del documento- cuál es la palabra en castellano que tengo que elegir.