Nuevas tecnologías: ¿amenaza o bendición para los traductores e intérpretes?
Todas las grandes revoluciones a lo largo de la historia de la humanidad han cambiado nuestras vidas y profesiones drásticamente. No era lo mismo ser un agricultor en la España del siglo XIV que serlo ahora, en la España del siglo XXI. La revolución digital no ha dejado a nadie ni a ninguna profesión indiferente. Incluso hay profesionales que han sido sustituidos por las máquinas. ¿Será el caso de los traductores y los intérpretes?
El fin del traductor.
Desde hace décadas siempre hay quien anuncie el fin de la profesión del traductor. Los programas de los años 50 vaticinaban su sustitución por máquinas. El siglo XXI ha traído Google Translate y para algunos éste ha sido el último clavo del ataúd de los compañeros de profesión de San Jerónimo. Pero… ¿de verdad es así?
Internet está lleno de memes con las traducciones no muy acertadas de este Google Translate. Entre la gente hay un alto nivel de desconfianza hacia este programa. Incluso a pesar de que esté mejorado y aprendiendo constantemente de las correcciones realizadas por sus usuarios. Los traductores empiezan a ver las herramientas de traducción automática cada vez más como aliados que como adversarios. No obstante, hay una profesión muy cercana a la del traductor que hasta hace poco no se sentía amenazada por las nuevas tecnologías y ahora hay quien la etiqueta como una profesión “en peligro de extinción”. Es la interpretación.
El fin del intérprete.
Últimamente todas las empresas tecnológicas con renombre se han apuntado a la carrera de crear un aparato que interprete el texto hablado en tiempo real. Hasta hace poco podía sonar a ficción, pero ya es algo real. Cada vez más empresas lanzan al mercado dispositivos capaces de reproducir casi simultáneamente lo que dice nuestro locutor en nuestro idioma nativo. Hay empresas que quieren introducir este aparato en sus reuniones de trabajo internacionales. Hay quien vaticina su presencia en las reuniones del Parlamento Europeo o de la ONU. Pero ¿cuál es la utilidad y el nivel de precisión de estos dispositivos?
La mayoría de las reseñas de los Travis the translator o Google Pixel Buds apunta a dos conclusiones.
- Primera: los dispositivos de interpretación instantánea funcionan muy bien con frases simples, cortas y comunes, (tipo: ¿Dónde está el hospital más cercano?) incluso con idiomas más exóticos como el suajili o el georgiano.
- Segunda: son completamente inútiles con las frases largas, complejas o cuya interpretación requiere cierto grado de inteligencia o ingenio.
Aquí os dejamos con un vídeo con una reseña de los auriculares que interpretan las conversaciones en tiempo real.
En CBLingua todos nuestros intérpretes son humanos, con formación universitaria y con un nivel de empatía suficientes para poder entender y reproducir discursos y conversaciones en diferentes idiomas con un nivel de exactitud muy alto. Si desconfías de los programas de traducción automática y en los dispositivos de interpretación instantánea, ¡confía en CBLingua!