Amor a primera vista
La vida es como una carrera llena de obstáculos y decisiones que nos van marcando el camino. A veces tenemos muy claro por dónde queremos ir. Otras dudamos, nos perdemos e incluso acabamos en lugares desconocidos que, sorprendentemente, nos marcan para siempre. Al fin y al cabo, la vida es eso, un viaje. Puede que no sepamos hacia dónde nos dirigimos o puede que lo tengamos muy claro, pero lo importante es llegar y disfrutar tanto de la meta como del recorrido.
Yo empecé a andar sin saber muy bien adónde quería llegar. No fue hasta un par de meses antes de tener que hacer la matrícula de la universidad que supe que quería estudiar Traducción e Interpretación. Siempre tuve muy claro que estudiaría algo relacionado con los idiomas. Filología inglesa, quizás, dedicarme a la enseñanza, pero no me terminaba de convencer aquella idea. Quería algo distinto. Y, mientras andaba sin rumbo, perdida, la traducción se cruzó en mi camino y puso mi vida patas arriba. Fue amor a primera vista.
La traducción como estilo de vida
Este mes de octubre me he enfrentado a mi «última vuelta al cole». Bueno, a mi «última vuelta a la universidad». Llevamos toda la vida esperando el momento de acabar de estudiar para empezar a trabajar, pero cuando se acerca la hora de la verdad… ¡Ay cuando se acerca! Es un cúmulo de sensaciones: miedo, alegría, satisfacción y dudas. Sobre todo dudas. Todo son dudas.
Como estudiante de cuarto de Traducción e Interpretación tengo que decir que el camino recorrido hasta ahora ha sido impresionante. Esta carrera es un estilo de vida. Hay que vivirla. Por supuesto que he encontrado baches y piedras por el camino, pero también hay que aprender a levantarse y a buscar soluciones. El final de algo, en este caso del grado, solo significa que algo nuevo está por comenzar: la vida profesional.
Es hora de hacerse mayor
A todos nos da un poco de miedo salir al mundo laboral, abandonar el nido y echar a volar. Pero es el ciclo de la vida. Tenemos que enfrentarnos a nuestros miedos y, a veces, a nosotros mismos.
Sabía que casi todo el mundo pedía experiencia antes de contratarte, y yo hasta entonces solo había trabajado de intérprete en un festival de jazz. Además, lo que realmente me gustaba era traducir, así que decidí que había llegado el momento de hacer las prácticas. Estuve un par de días buscando empresas de traducción en Madrid, preparando el CV y enviando mil correos. Muchas me respondían que en esos momentos no necesitaban a nadie, pero que añadían mi CV a su base de datos. Otras ni siquiera contestaban y, las menos, estaban dispuestas a darme una oportunidad.
Al poco tiempo ya tenía en mis manos las dos primeras pruebas de traducción de mi vida. ¡Las primeras! Fue como hacer un examen sorpresa en el que te juegas todo. Me pasé todo el día delante del ordenador tecleando, documentándome y dudando absolutamente de todo.
Una vez entregué las traducciones estuve las siguientes horas actualizando el buzón de entrada cada cinco minutos. Cuando vi que me había llegado un correo con el asunto «Prueba de traducción», me dio un vuelco el corazón. Sabía que tenía que leer aquel correo, pero no me atrevía a abrirlo. Supongo que no tenía la suficiente confianza en mí misma como para pensar que podría ser capaz de conseguirlo. Si estás leyendo esto, quizás no me fue tan mal.
Cómo empecé en CBLingua
Tras barajar varias opciones, me decanté por hacer las prácticas en CBLingua, en su oficina de Madrid. Había oído que tenía muy buenas críticas y todos los comentarios eran buenos. Así que, en mi camino hacia la vida profesional, también me topé con CBLingua. Después de cuatro meses, puedo decir que está siendo una experiencia muy gratificante y enriquecedora, tanto en lo profesional como en lo personal. La nuestra es una profesión en la que no paras de aprender. Y eso me encanta.
Ahora, a unos meses de acabar de estudiar (ojo, que no de aprender. De aprender no se acaba nunca), no podría estar más contenta de poder seguir formándome junto al equipo de traductoras de CBLingua, que también me acompañan, en cierto modo, en esta apasionante aventura.
«Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre»
Mahatma Gandhi
Un último consejo de estudiante de Traducción a estudiante de Traducción: si quieres conseguir algo, ve a por ello. Da la vuelta si ves que llegas a un callejón sin salida y levántate las veces que hagan falta. Lucha por conseguir tus sueños. El camino puede ser duro, pero al final se llega. Llegas.
Muchas gracias Carla por compartir tus experiencias con nosotros. Me ha encantado tu artículo, y por supuesto que formes parte de nuestro día a día, es un placer tenerte con nosotros