¿Traducciones perdidas o encontradas?
Hace unas semanas leí en algún foro que había dos tipos de traductores. El grupo 1 lo conforman los que se pasan el día diciendo: “Como me vuelvas a preguntar cómo se dice avituallamiento en sueco me levanto y me voy”. Y en el grupo 2 están los que se pasan el día diciendo: “¿Sabes cómo se dice relámpago en quechua?”. Se ve que yo soy claramente una traductora del grupo 2 y ahora os voy a contar una historia que así lo demuestra.
Tengo una amiga que trabaja en la oficina de objetos perdidos del ayuntamiento de una ciudad del sur de España. El otro día, hablando con ella, en uno de estos ataques de ilusión máxima que nos dan de vez en cuando a los traductores del grupo 2, le dije:
– “¿Sabes cómo se dice Oficina de Objetos Perdidos en francés?”
Me miró con cara de no necesitar saberlo, pero las amigas son las amigas y en seguida reaccionó:
– “A ver, dime, ¿cómo se dice?”
– “Service des objets trouvés!”
Literalmente, Servicio de objetos encontrados.
Lenguaje positivo VS lenguaje negativo
La idea me hizo reflexionar bastante y descubrí una nueva dimensión de la traducción. Más allá de la traducción palabra por palabra, más allá de la traducción literal, más allá de la traducción funcional, existe una cuarta dimensión: la positividad o negatividad del lenguaje.
Me resultó tremendamente curioso que en España le llamemos Objetos Perdidos, remarcando el hecho negativo de haberlo perdido. Probablemente sin confiar demasiado en que nuestro despiste tenga solución. Y que sin embargo los franceses digan Objetos Encontrados. Destacando el hecho positivo de que alguien haya localizado nuestro objeto y lo haya llevado al establecimiento correspondiente. Desde luego, yo no sé vosotros, pero no se va con el mismo ánimo a una oficina de objetos perdidos que a una de objetos encontrados, ¿no creéis? Es una mera cuestión teórica que no lleva a ningún sitio, es verdad, pero estas son las cosas que nos gustan a los traductores del grupo 2.
No quiero acabar este artículo sin destacar la actitud siempre tan políticamente correcta de nuestros amigos británicos. Si bien la oficina del metro de Londres, por ejemplo se llama Lost Property Office, ellos hablan en muchas ocasiones de… Lost and Found! Ahí lo tenéis. Información completa. El objeto se ha perdido y alguien lo ha encontrado. Y existe una oficina que cubre ambas vertientes del problema y ambos aspectos del lenguaje.