El inglés como lengua común: ¿ventaja o amenaza?
Si habéis viajado a Islandia, además de quedaros fascinados con sus cascadas y glaciares, os habréis percatado de que todo el mundo habla inglés. Y no solo eso. El nivel de muchos islandeses es tan bueno que a veces te hacen dudar de si has aterrizado allí o en las islas de más abajo. Sin duda, esto facilita mucho las cosas a la hora de moverse por la isla. Y más teniendo en cuenta que el islandés no es un idioma especialmente fácil para nosotros. Todavía estamos aprendiendo a pronunciar el nombre de aquel famoso volcán Eyjafjallajökull.
Está claro que viajar a un país en el que la mayor parte de sus habitantes habla inglés es enormemente práctico. Además de que nos permite conocer más a fondo a sus habitantes, puesto que podemos intercambiar opiniones con ellos. El progresivo establecimiento del inglés como lingua franca, constituye sin duda una ventaja para la comunicación entre las personas, objetivo último del lenguaje, y la realización de un sueño que comenzó allá en el siglo S.XIX con el intento (fracasado) de instaurar el esperanto como lengua internacional.
La pérdida del idioma propio.
Pero ¿qué hay de los idiomas propios de esos países? Recientemente un artículo alertaba del peligro que puede correr el islandés en un futuro. Un idioma hablado por los 330.000 habitantes de la isla y que sufre en detrimento del inglés, cada vez más presente entre los adolescentes y en la tecnología.
Algo parecido sucede con otras lenguas como el gaélico. A pesar de los esfuerzos de sucesivos gobiernos por impulsarlo, sigue siendo una lengua que solo una pequeña parte de la población utiliza como lengua principal para comunicarse. Esto es incluso más complicado si tenemos en cuenta que Irlanda se promociona como uno de los principales destinos del mundo para aprender inglés.
Para la mayoría de las personas, sin embargo, seguirá resultando más fácil comunicarse en su lengua materna. Pueden expresar más matices, emplear palabras más exactas. Y ahí es donde la traducción desempeña un papel fundamental como herramienta para la comunicación internacional. Si bien fomentar el aprendizaje del inglés es una ventaja indudable para desenvolverse en el mundo actual, la traducción debe estar siempre presente para que no perdamos la riqueza y los matices de las lenguas de los distintos lugares del mundo.