La parte creativa del Traductor Jurado: Descripción de los elementos gráficos del documento original.
¿Quién ha dicho que la profesión de traductor jurado no tiene una parte creativa? Para legos en la materia: la traducción jurada no se limita a traducir el texto del documento. Debe incluir una descripción de cualquier elemento gráfico que aparezca en el original. Se trata de reproducir de la manera más fiel y completa posible la información contenida en el documento de origen. Incluyendo el formato del mismo.
Nos centraremos hoy en esa segunda tarea de la traducción jurada, la descripción de todos aquellos elementos gráficos que contiene nuestro texto de partida.
Si, por ejemplo, se trata de un título universitario, aparecerá el escudo de armas del Estado, el emblema de la citada universidad y el sello de la sección que lo emite; si se trata del balance de cuentas de una empresa, aparecerá el logo de la sociedad. Todo ello deberá hacerlo constar el traductor jurado en su documento final, debidamente descrito.
Estas descripciones se realizan en la traducción jurada entre corchetes y con letra en cursiva. Esto es para diferenciar dicha información de la traducción en sí y no dar lugar a equívocos. No existen normas específicas que establezcan cómo debe llevarse a cabo esta descripción. Por lo que entra aquí en juego la creatividad de cada traductor.
Legalidad a la hora de copiar un elemento gráfico.
En el caso concreto de escudos y emblemas no procede copiar el elemento gráfico y pegarlo tal cual en el documento final, pues se corre el riesgo de cometer una ilegalidad (si desea más información al respecto, se trata de un tema del que nos hemos ocupado anteriormente en otro artículo que puede consultar aquí).
Pero los documentos pueden contener otro tipo de elementos gráficos: marcas de agua que indiquen que se trata de una copia o borrador, bordes del documento de distinto color que el fondo del original, información encuadrada, dibujos en los márgenes,… Las opciones son infinitas. Podríamos decir que hay casi tantos elementos gráficos como documentos originales.
En muchas ocasiones esta información puede parecer banal o carente de importancia. Sin embargo, ni se debe subestimar la importancia de los elementos gráficos, ni siquiera es una cuestión que deba someterse al criterio del traductor: el traductor plasma en la lengua de destino la información (tanto escrita como gráfica) que aparece en la lengua de origen en su encargo. Ni más ni menos.