En una sociedad cada vez más globalizada en la que las negociaciones internacionales se encuentran a la orden del día, es necesario hacer mención a los documentos reguladores de estos acuerdos de carácter privado que tienen lugar entre diversas empresas a nivel internacional. Hablamos pues de los contratos internacionales como documentos privados y reguladores de operaciones comerciales entre sociedades o particulares pertenecientes a diversos países.
La necesidad de contratos privados se convierte pues en un requisito necesario para la regulación y determinación de los términos y condiciones que regirán cualquier operación financiera o económica de carácter internacional, ya que el derecho internacional privado no soluciona los posibles conflictos que pudiesen surgir entre las partes vinculantes, sino que determina la norma que será de aplicación en la resolución de los mismos. Destacamos pues los tratados, convenios multilaterales y bilaterales como fuente de derecho en la regulación de cualquier operación entre personas físicas o jurídicas pertenecientes a estados signatarios de los mismos. Igualmente las Cámaras de Comercio son organismos encargados de regular las operaciones comerciales de carácter internacional, destacamos pues su fuerte papel en el arbitraje.

Existen diferentes tipos de contratos internacionales, entre ellos destacamos:
• Compraventa internacional de mercancías
• Unión internacional de empresas
• Financiación internacional
• Transporte internacional
• Transacción internacional
• Avales y garantías internacionales
• Seguro de transporte internacional
• Prestación de servicios internacional
• Contratos de distribución internacional
• Contrato de colaboración internacional
Una vez hemos expuesto la importancia del contrato internacional como un documento regulador de operaciones entre agentes internacionales es necesarios hacer mención al hecho de que la traducción jurada del mismo es un requisito fundamental con vistas a hacer valer este contrato ante las autoridades jurídicas de un estado en particular o por el simple hecho de hacerlo entendible para alguna de las partes que se vinculan al mismo.
Un traductor jurado debe pues poseer conocimientos específicos en materia de comercio internacional y ser conocedor de la terminología y fraseología especifica que aparece en cualquier contrato de distribución internacional o en un contrato de colaboración o en el más común, como es el contrato de compraventa. Así un traductor tendrá conocimientos sobre incoterms, gestión y documentación aduanera, gestión fiscal y tributación internacional y deberá estar al tanto de los convenios y tratados reguladores de la materia.
En Cblingua contamos con un equipo de traductores jurados especializados en materia de comercio internacional por lo que sus conocimientos lingüísticos junto con su formación especializada garantizan la traducción jurada de cualquier contrato internacional de forma depurada para que no exista ninguna ambigüedad a la hora de interpretar cualquier estipulación o provisión incluida y por tanto nuestros clientes tiene la máxima seguridad de que la traducción jurada de sus contratos se constituye como una copia fiel y leal del documento original.
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Artículo realizado por: Ana Pernía